En este artículo describo los hábitos de reproducción de los piqueros y alcatraces de la familia Sulidae. El artículo cubre aspectos como:
- Selección de nido
- Proceso de cortejo y formación de la pareja
- Postura e incubación de los huevos
- Alimentación y cuidado de los polluelos.
Adentrémonos en lo que tengo preparado.

Comportamiento reproductivo y selección de sitios para anidar
El comportamiento reproductivo de los piqueros revela un conjunto de elementos que incluyen danzas, vida en colonias y rituales de cortejo. Los piqueros son aves marinas netas pasando sus vidas solo en el mar reproduciéndose en colonias.
Los machos asumen el papel de pioneros, explorando el área de la colonia desde el aire antes de seleccionar y defender meticulosamente un sitio de nidificación. Esta inspección varía entre las especies dada la diversidad de sustratos de nidificación que utilizan.
A través de exhibiciones territoriales y enfrentamientos feroces, establecen un lugar para anidar.
En el caso de los piqueros que anidan en colonias compactas como el piquero peruano, son los primeros que eligen los mejores lugares. Los que vienen después se adicionan a los pioneros, siendo los últimos los relegados a los bordes de la colonia.
Cortejo y formación de la pareja en los piqueros
El proceso de cortejo entre las varias especies de piqueros es un espectáculo. Aunque sus comportamientos de exhibición pueden no ser tan variados como los de los cormoranes, poseen su atractivo propio.
Los machos participan en comportamientos distintos y exhibiciones de cortejo y vinculación de parejas. Estos implican acciones elaboradas y estereotipadas, como sacudidas de cabeza, amenazas con el pico, señalamiento al cielo un balanceo del cuerpo mostrando sus patas coloridas y ceremonias de saludo elaboradas.
Un punto culminante de su cortejo es la exhibición especial y el llamado que los machos utilizan para captar la atención de posibles parejas.
Emparejamiento
Los piqueros y alcatraces son monógamos formando parejas permanentes. Las parejas permanecen juntas por el tiempo que los dos miembros sobrevivan.
Su compromiso con la pareja y con el sitio de anidación es impresionante. A menudo la misma pareja anida en la misma colonia y cerca al nido anterior por varios años sucesivos.
Las hembras de los piqueros desempeñan un papel activo en el proceso de selección de pareja. Estas recorren el área de la colonia tanto en el aire como a pie, evaluando a posibles compañeros que ya seleccionaron un lugar para anidar.
Las hembras que ya anidaron en la colonia se reencuentran con el macho del año anterior acudiendo al área donde anidaron.
Una vez que se establece un emparejamiento, el mantenimiento del vínculo se convierte en una responsabilidad compartida.
Para formalizar y reforzar el vínculo de pareja, pasan tiempo juntos en el nido acicalándose mutuamente y copulando con frecuencia.
Hábitat de anidación
Los piqueros muestran una diversidad notable en los hábitats de anidación. Las distintas especies dentro de la familia Sulidae anidan en acantilados, pendientes, árboles e incluso en el suelo.
Los nidos en el suelo, a menudo son depresiones poco profundas en acumulaciones de guano los cuales contrastan con los nidos construidos con ramitas en los árboles y arbustos.
Los tamaños de las colonias también varían ampliamente. Algunas colonias incluyen sólo algunas docenas de parejas mientras que otras, como el piquero peruano, forman colonias que se acercan al millón de parejas.

Postura de huevos y cuidado parental
El número de huevos por nidada varía entre especies y también según la disponibilidad de alimentos. El rango de tamaño de la nidada varía de 1 a 3 huevos.
- Algunos alcatraces ponen solo un huevo
- El piquero de patas azules S. nebouxii y el piquero peruano S. variegata ponen regularmente hasta 3 huevos
- Otras especies de piqueros ponen 1 o 2 huevos
Por lo general, los piqueros ponen dos huevos por nidada.
Los huevos son de forma oval de colores que van desde el blanco hasta el azul claro, el verde o incluso el rosa con un recubrimiento distintivo que se asemeja a la cal.
Inicialmente los huevos son de colores puros sin marcas. Durante la incubación adquieren manchas y marcas producidas por fluidos del cuerpo y excrementos resultando en una apariencia sucia y manchada.
Adaptaciones de los piqueros para la Incubación de sus huevos
La incubación entre los Sulidos es un esfuerzo conjunto. Tanto el macho como la hembra comparten la tarea de incubar los huevos.
La forma en la que incuban los huevos difiere de la de otras especies. A diferencia de otras aves, los piqueros y otros miembros de la familia Sulidae no tienen el parche de incubación en el vientre. Para incubar a sus huevos, utiliza otra estrategia.
Durante el periodo de incubación, las membranas interdigitales de las patas se vascularizan haciéndose más activas emitiendo calor. Los piqueros primero cubren los huevos con sus patas palmeadas y se echan encima cuidadosamente.
El delicado proceso de incubación abarca de 41 a 45 días, aunque puede durar hasta 55 días en los piqueros del género Papasula.
Si se pierden los huevos durante la primera mitad de este período de incubación, los Sulidos reemplazan los huevos y hacen otro intento de incubación.
Cuidado parental y desarrollo de los polluelos
Al eclosionar, los polluelos son colocados por encima de las patas palmeadas para proporcionar calor.
Los polluelos eclosionan ciegos e indefensos que caracteriza a polluelos altriciales. Su dependencia de los padres es completa dependiendo del calor y alimento regurgitado de los padres.
Los polluelos eclosionan desnudos, pero rápidamente desarrollan una capa de plumón blanco. Estos experimentan una transformación notable de crecimiento y emplumado que dura aproximadamente de 2.5 a 3 meses. En el Piquero de Abbot dura hasta 5 meses.
Alimentación de los polluelos
Después de la eclosión, los dos padres se turnan para alimentar y abrigar a los polluelos sin dejarlos solos durante aproximadamente tres a cuatro semanas. Una vez que los polluelos alcanzan cierto tamaño el patrón de cuidado de los padres es más esporádico y los polluelos son dejados solos mientras los padres salen a buscar alimento.
Después de que los polluelos ya son capaces de volar, los padres continúan asistiendo con alimento hasta que los polluelos pueden pescar por sí solos. Este período de alimentación es variable y puede extenderse hasta varios meses.
Desafíos de supervivencia y madurez
El camino hacia la madurez para las crías de los Sulidos está lleno de desafíos. La tasa de supervivencia de los polluelos suele ser baja, con excepciones poco comunes como el piquero peruano y ocasionalmente el piquero de patas azules.
En estas especies, la presencia de un mayor número de huevos en la nidada ofrece una mayor probabilidad de supervivencia de varias crías.
Aun así, la sobrevivencia de los polluelos de piqueros está ligada a la disponibilidad de alimentos. En años de abundante alimento dos o tres polluelos es la norma. En años de escasez de alimentos pueden resultar en:
- Nidadas de solo un nido
- Fratricidio, donde la cría más fuerte elimina a la otra y prevalece
- Abandono completo de la colonia ya sean huevos o polluelos
El plumaje adulto y la madurez sexual, fases cruciales en su ciclo de vida, se manifiestan entre los dos y seis años de edad.
Los piqueros y alcatraces tienen longevidades que van entre 10 y 20 años o más.
En conclusión:
La reproducción en los piqueros y alcatraces se caracteriza por reproducción en colonias, exhibiciones de cortejo y estrategias únicas de nidificación. Desde la meticulosa selección de sitios de nidificación hasta los desafíos de incubar los huevos y alimentar a los polluelos en un entorno competitivo. La trayectoria de los Sulidos a través de las etapas de reproducción ofrece una visión del equilibrio entre la supervivencia en un ecosistema marino altamente variable.